ENRAIZANDO

NUESTRA

LIBERACIÓN

Dr. Nataly Allasi Canales

Nosotros, los descendientes de quienes crearon el parentesco con La Tierra

Nosotros, los descendientes de quienes están codo a codo con La Tierra

Nosotros, la gente que trabaja deliberadamente por la liberación de la Tierra y la Gente

Esto es lo que somos y para quién es esto.

Quiénes Somos

No estamos aquí como representantes o como “todo el pueblo”, estamos aquí como humildes observadores, estudiantes, hijos y parientes de La Tierra. Estamos aquí como los orgullosos descendientes de los Pueblos Relacionados con la Isla Tortuga y Abya Yala.

Declaración de apertura

Honramos a los abuelos y su legado; a través de la descolonización y la recuperación de los conocimientos que forjaron. Reconocemos la importancia de las papas amargas para nuestros pueblos, ya que también pueden ser el foco principal de la investigación. Mostrar orgullo por la diversidad de nuestros cultivos, los conocimientos asociado con ellos, las técnicas agrícolas, los rituales y las prácticas culturales puede empoderarnos para ser agentes de innovaciones en los sistemas agrícolas y preparar el terreno para futuras acciones de rematriación en cara a la desregulación planetaria y la inseguridad alimentaria.

SIN PUEBLO

NO SOMOS

En Bolivia

Santosa Mamani Huarcaya

Conocimientos agrícolas, botánicos y culturales.

Vitalia Colque Jorge

Conocimientos agrícolas, botánicos y culturales.

David Sánchez Choque

Conocimientos agrícolas, botánicos y culturales.

Alex Mallcu Choqueticlla

Conocimientos agrícolas, botánicos y culturales.

Teogildo Ancari Condori

Conocimientos agrícolas, botánicos y culturales.

Sebastiana Pascual Aruquipa

Conocimientos agrícolas, botánicos y culturales.

José Flores Huallpa

Conocimientos agrícolas, botánicos y culturales.

Martín Chacolla Vargas

Conocimientos agrícolas, botánicos y culturales.

En Perú

Máximo Colquehuanca Hampiri

Conocimientos agrícolas, botánicos y culturales.

Modesto Huamán 

Conocimientos ancestrales sobre la tierra.

Anayo Félix Orihuela Córdova

Conocimientos agrícolas, botánicos y culturales.

Paula Huamán Landa

Conocimientos agrícolas, botánicos y culturales.

Juan Romero Valladolid

Conocimientos agrícolas, botánicos y culturales.

Margarita Maywa Tapara

Conocimientos agrícolas, botánicos y culturales.

Marcela Vilca Sarcco

Conocimientos agrícolas, botánicos y culturales.

Vicentina Poma Huamán

Conocimientos agrícolas, botánicos y culturales.

Mario Infanzón Huaquisto

Conocimientos agrícolas, botánicos y culturales.

Jerónimo Huanca Ampuero

Conocimientos agrícolas, botánicos y culturales.

Igor Mamani Ccarita

Conocimientos agrícolas, botánicos y culturales.

Mariano Sutta Apocusi

Conocimientos agrícolas, botánicos, culturales y ancestrales de la tierra.

Nota para el lector

Estos conjuntos de Conocimientos Vivos son "para nosotros", por "nosotros" nos referimos a aquellos que son parientes de la Tierra, colonizados, rematriando, descolonizando y curiosos por recordar su parentesco con la Tierra. Los conocimientos presentados aquí están destinados a ser investigados, meditados y contextualizados según las necesidades de los lectores. Es un proceso lento de contemplación en lugar de un consumo masivo e inmediato

ESTE ES UN CUENTO DE LAS PAPAS AMARGAS CON UN HOMENAJE AL MAÍZ, NUESTRO CREADOR. PARA NUESTRA SUPERVIVENCIA Y NUESTROS FUTUROS.

En 1492, cuando los colonizadores comenzaron su ecocidio y genocidio sistemático transgeneracional en los Pueblos y Tierras de Isla Tortuga y Abya Yala, ya teníamos nuestros idiomas, alimentos, prácticas curativas, ciencias, conocimientos y culturas. Estos sistemas y marcos cognitivos ayudaron a nuestros Ancestros a sanar de la matanza, sostener la vida en múltiples mundos, liberarse de las garras de la esclavitud y garantizar nuestra existencia.

Estos sistemas y marcos cognitivos no se debieron a una casualidad utópica o a un intelecto único, fueron miles de años de parentesco profundo entre nuestros Ancestros y La Tierra. Conocer una planta en particular a través del tiempo generacional nos brinda el privilegio particular de formar conocimientos que salvan y crean vidas. Nuestro hermoso maíz es un ejemplo inspirador de milenios de observaciones, escucha y relación, creando la oportunidad de un conocimiento profundo. Este conocimiento permitió a nuestros Ancestros crear un parentesco con el maíz, coevolucionando juntos. Sin embargo, esta relacionalidad no es exclusiva de los humanos y el maíz. El maíz sólo prospera porque pertenece a una amplia comunidad de seres vivos llamada Milpas, que son jardines forestales autónomos y autosuficientes dirigidos por muchos pueblos de la Isla Tortuga y Abya Yala. Dentro de las Milpas, el tiempo y el lugar son indistinguibles, el tiempo transgeneracional crea espacio y el espacio crea aún más tiempo, sembrando múltiples mundos e imaginaciones. En la Milpa, los microbios del suelo usan su imaginación para crear el entorno preciso para que el oxígeno penetre a través de cada centímetro del suelo, perfecto para que las plántulas se conviertan en maíz, calabaza, frijoles, múltiples árboles, plantas medicinales, etc. Cada ser ha pasado milenios en un parentesco profundo con los demás, llevándonos con ellos. El maíz no es el primer cultivo "diseñado", es la manifestación del tiempo/espacio (Pacha - en quechua) y la imaginación de múltiples seres. No es una metáfora decir que somos el maíz y el maíz somos nosotros. El maíz es tanto nuestro pariente de sangre como nuestros Antepasados ​​humanos.

Este es un proyecto sobre Papas Amargas con un guiño al Maíz que nos creó y está dedicado a la formación de nuestros Futuros.

VIÉNDONOS

A TRAVÉS

DE LA TIERRA

¿Qué significa ser Indígena en Abya Yala?

Durante más de 500 años, el desplazamiento forzado de nuestros territorios no solo nos arrebató nuestras tierras ancestrales, sino también nuestras formas de vida. Este despojo ha transformado profundamente nuestras costumbres y cómo nos relacionamos con la tierra y los ciclos naturales. Hoy, el comportamiento del clima y de la tierra ya no es el mismo, y quienes todavía resisten en las tierras ancestrales enfrentan las consecuencias de forma más directa  y dolorosa que quienes han migraron o viven en contextos urbanos.

A este desarraigo territorial se suma la violencia lingüística. La jerarquía de idiomas que hay entre los idiomas coloniales y nuestros idiomas originarios, ha generado un rechazo interno, incluso dentro de nuestras propias familias. Muchas de nuestras abuelas y madres, marcadas por la discriminación y el castigo que sufrieron por hablar su idioma materno, optaron por no enseñarnos y hablarnos en nuestras lenguas originarias. Así nuestros idiomas, que tienen una gran carga sobre nuestra cosmovisión, memoria y resistencia han sido silenciados por generaciones.

Además, la narrativa del mestizaje ha sido utilizada como una herramienta para diluir nuestra identidad Indígena. Esta narrativa, que ahora está profundamente arraigada en la idiosincrasia de los Pueblos de la Isla Tortuga y Abya Yala, ha llevado a que muchas personas se autoidentifiquen como “mestizas”, negando o desconociendo sus raíces Indígenas. Este término nos ha arrebatado la oportunidad de explorar nuestras raíces, de conectar con los Pueblos y de construir una identidad colectiva desde la memoria y lucha compartida.

La invisibilización de los Pueblos originarios/ Pueblos-Tierra también se manifiesta en la forma en la que se nos nombra o se nos niega el nombre. Hay una estrategia sistemática de borramiento: se nos ignora, se nos silencia, y al no nombrarnos, se pretende que no existamos. Pero seguimos aquí, resistiendo, recordando, y reconstruyendo nuestras historias.

¿De dónde venimos?

La autoidentificación como personas Indígenas no es un acto inmediato ni superficial; es un proceso profundo que puede tomar toda una vida. No despertamos un día simplemente “siendo Indígenas”. Para muchas y muchos de nosotros, crecer en contextos urbanos significó estar inmersos en una narrativa dominante del mestizaje, donde se privilegian los idiomas europeos y se castiga (abiertamente o de forma sutil) el uso de nuestras lenguas originarias.

Nuestros apellidos fueron modificados, blanqueados o directamente reemplazados por quienes colonizaron las tierras que nuestros ancestros cultivaron y defendieron. Esta pérdida de referencias familiares y lingüísticas ha dificultado el reconocimiento de nuestras raíces, generando una desconexión que muchas veces se vive con dolor, vergüenza o confusión.

Hilar nuestro presente con el pasado no es tarea sencilla. Implica cuestionar lo aprendido, buscar en los silencios familiares, y reconstruir una historia fragmentada por la colonización. Pero cuando decidimos emprender el camino de la Reindigenización (caminar hacia nuestras raíces), ese acto político, espiritual y colectivo, comenzamos a recuperar no solo nuestra identidad, sino también nuestra capacidad de agencia.

Reindigenizarnos nos permite reclamar nuestros derechos con una voz más clara y firme, tejida desde la memoria, la dignidad y la resistencia. Es desde esa voz colectiva que podemos luchar por nuestros territorios, nuestras lenguas, nuestras culturas y nuestros futuros.

Pero nuestras historias no son homogéneas. En diferentes regiones, tenemos diferentes rostros, lenguas, memorias y formas de resistencia. La identidad Indígena no es una sola, sino muchas, tejidas desde geografías, cuerpos y experiencias diversas:

  • Andes, quienes fueron impuestos formas de vida foráneas, todavía mantienen las costumbres, idiomas y tecnologías que les permitieron resistir la colonización por cientos de años.

  • Amazonía, quienes desde sus territorios ancestrales defienden con su propia vida la tierra y quienes la habitan.

  • Afrodescendientes y Negros, aunque con historias distintas de desplazamiento forzado y situación de esclavitud, comparten con los pueblos Indígenas la experiencia del despojo, la resistencia cultural y la lucha por el territorio y la dignidad.

  • Comuneros/agricultores, muchos hablan idiomas originarios y tienen costumbres y formas de vida similares a los Pueblos originarios, pero se identifican como comuneros o agricultores. Ellos sostienen la vida desde la tierra y los ríos, aportando a la soberanía alimentaria.

Alianzas del presente

Los científicos y artistas podemos ser de apoyo a los Pueblos Indígenas para ganar poder político en los foros de discusiones públicas. Mediante nuestras ciencias y artes podemos hacer la problemática de nuestros pueblos más visible y alarmar sobre las amenazas que nos afectan. 

  • Juntos podemos co-crear nuevos conocimientos y narrativas frente a las crisis de derechos humanos, climáticas y de pérdida de biodiversidad. -

  • Además que al integrar los conocimientos ancestrales y científicos, podemos proteger los territorios y defender las vidas y el ambiente más efectivamente.

  • También podemos crear imaginaciones para la sanación, ya sea revitalizando las prácticas ancestrales y abordando las desigualdades en salud y traumas ambientales desde el enfoque de los pueblos. 

  • Finalmente, todas las acciones de sensibilización con evidencia visual y científica pueden influir en políticas públicas que puedan incidir en la conciencia local y globalmente, permitiendo que las voces de los pueblos sean escuchadas en foros globales donde puedan abogar por sus derechos, soberanía y justicia climática. 

Pueblos-Tierra*

Reconocemos que los términos ‘Pueblos Indígenas’ y ‘Pueblos Originarios’ no necesariamente capturan la historia y formas de vida de todos los Pueblos. Por ello, aquí usamos alternativamente ‘Pueblos-Tierra’. Los Pueblos no son sin Tierra. No pertenecemos a ella, pero somos Tierra, nos concebimos como naturaleza y existimos en ella y con ella en armonía. Este término intenta ser una palabra inclusiva con nuestras hermanas y hermanos Negros,  Afrodescendientes y otros muchos Pueblos que enfrentaron y enfrentan la colonización y despojo de sus Tierras y derechos y que fueron desplazados de sus Tierras originarias. Pero cuyo comportamiento y relación con la Tierra y la naturaleza es simbiótica, lo opuesto a los colonos. También reconocemos que este término es parte del proceso de re-Indigenización y por ello puede ser mejorado. 

Utilizamos “Pueblos-Tierra” en lugar de Pueblos Indígenas, como un término más preciso, expansivo y relacional para aquellos de nosotros que hemos sufrido todos los diversos aspectos de la colonización de asentamientos en todo el mundo. También es un término que se refiere al vínculo intrínseco e ininterrumpido de los humanos con la Tierra, nuestro Ancestro y Creador, independientemente de nuestro desplazamiento debido a la colonización y el imperialismo. Ya sea que lo reconozcamos o no, la Tierra siempre está en nosotros. Esto no es una metáfora, el aire que respiramos contiene los suelos que habitamos.

Utilizamos Pueblos-Tierra* porque nadie puede dictar o definir la Indigeneidad de otra persona o sus raíces en las Tierras de la Isla Tortuga y Abya Yala. Esta sección es una crítica a la palabra, no a quienes la usan, especialmente porque la palabra “Indígena” se ha utilizado para crear derechos humanos y a la Tierra para nuestros Pueblos. El colonialismo desgarró a nuestras familias y pueblos con una violencia desenfrenada que nos dejó a muchos de nosotros fragmentados y desplazados físicamente de nuestras Tierras Ancestrales, así como interrumpidos de nuestras culturas, lenguas y sentido de identidad, en tanto que Ser perteneciente a la Tierra/ser parte de la Tierra. Por lo tanto, todos existimos en diversas formas de Indigeneidad y estamos experimentando varios “viajes de retorno” y volviendo a arraigarnos.

También debemos andar con mucho cuidado con el uso de esta palabra, ya que simultáneamente otorga a muchos Pueblos derechos a la Tierra y, por lo tanto, derechos a existir, también debemos considerar que es una palabra que tiene sus raíces en las epistemologías de la supremacía blanca. Somos Indígenas de estas Tierras sólo en relación con los colonizadores. La idea de la alteridad y la separación por fenotipo es una idea de la supremacía blanca, por lo tanto, debemos tener cuidado de que, al buscar liberarnos a través de la identificación como Indígenas, no caigamos directamente en las manos de las ideologías de la supremacía.

También debemos considerar cómo la palabra Indígena afecta nuestras relaciones con nuestros hermanos Afro-descendientes, quienes también han sido marginados en relación con el colonizador para justificar su violento secuestro y esclavitud en nuestras Tierras. Dado que están aquí por la fuerza durante los últimos 400 años y son Parientes de la Tierra, ¿no los convertiría en Indígenas? También han desempeñado un papel importante en el cuidado de la Tierra, trayendo consigo relaciones territoriales que hicieron fértiles muchos territorios en la Isla Tortuga y Abya Yala, ¿no los convierte esto en Indígenas política y espiritualmente? Finalmente, debemos considerar que muchos de nosotros estamos directamente emparentados con ellos por sangre, por lo tanto, ¿no son también nuestros parientes Indígenas? Apartarnos de nuestras hermanas y hermanos Afro-descendientes es acatar la supremacía blanca.


*"Inspirado en el término "povos-floresta" introducido en La Amazonia - viaje al centro del mundo de Eliane Brum"

RESPONDIENDO

A LA PÉRDIDA

Desregulación

Planetaria y Acceso

a la Tierra

Existen varias vías en las que los pueblos de la Isla Tortuga y Abya Yala continúan siendo afectados por el colonialismo de asentamiento; de hecho, constituye genocidio. La mayor amenaza en este momento es el desplazamiento de nuestras Tierras, lo que crea una brecha entre nosotros y nuestros Parientes más-que-humanos. Esto significa que las posibilidades de continuar con nuestras tradiciones, como la Milpa, disminuyen enormemente cuando nos separamos de nuestros territorios y de nuestros Abuelos. Por lo tanto, parte del “re-parentesco” con la Milpa será a través del desarrollo de los derechos Territoriales. No se trata solo de recuperar nuestro acceso, sino también de abogar por la Liberación de la Tierra de las agendas extractivistas. Incluso cuando algunos de nosotros tenemos acceso a la Tierra, la desregulación de los sistemas planetarios está creando una amenaza constante para nuestros Parentescos. El tiempo y el lugar ya no están en un ritmo que entendemos, el suelo está contaminado y su bioma está en disbiosis, el acceso al agua limpia es difícil y violento debido a la desregulación planetaria y las economías extractivistas, y también estamos perdiendo millones de Parientes en varias escalas. A escala humana, estamos perdiendo los Protectores de la Tierra y el Agua, que históricamente y diligentemente han defendido nuestro derecho a la Tierra, así como la Liberación de la Tierra. En el otro lado de la balanza está la alarmante velocidad con que se está produciendo el ecocidio de los Parientes más-que-humanos, lo que significa que estamos perdiendo sistemas que contribuyen a la polinización, los microclimas y la salud del suelo.


Estos cambios y desafíos no son casualidades, son crisis que han sido deliberadamente orquestadas por la supremacía blanca para la generación de ganancias. Son las imaginaciones continuas que cometieron genocidio contra nuestros Antepasados. Por lo tanto, nuestra respuesta a las crisis no puede depender de sus conocimientos o su imaginación, debemos recurrir a nuestros Parientes más-que-humanos y a las conexiones que hemos tenido para obtener su Sabiduría y orientación. Hay muchos Pueblos-Tierra en todo el mundo que están construyendo puentes de regreso a la Tierra y sanando. Por ejemplo, en Cuba, están estudiando la inmunología vegetal para comprender más sobre cómo las plantas se mantienen saludables incluso en condiciones climáticas extremas. También están cultivando y expandiendo plantas extremófilas*, para que todos sus Parientes puedan sobrevivir lo que está por venir. Los pueblos de la cuenca del Chad están sanando la Tierra que ha sido profanada y abusada por la industria occidental y el colonialismo. Han recurrido a sus Sabidurías Ancestrales en busca de orientación y están sanando acres de Tierra que alguna vez fueron estériles. En California, los pueblos Lisjan Ohlone, que son los pueblos originales de Huchiun, ahora conocido bajo su nombre colonizado de Área de la Bahía de San Francisco, han iniciado un proyecto de Rematriación. Lo llaman Sogorea Te’ Land Trust, y en sus propias palabras dicen que la Rematriación es “un trabajo dirigido por mujeres Indígenas para restaurar las relaciones sagradas entre los Pueblos Indígenas y nuestra Tierra Ancestral, honrando nuestras sociedades matrilineales y en oposición a la violencia y dinámicas patriarcales”. Estos diversos métodos de sanación nos hacen conscientes de que “el trabajo” está vivo y bien, que siempre estamos desarrollando nuevos métodos y prácticas de relación con la Tierra frente a la violencia e interrupción continuas, y que siempre encontraremos formas de seguir estando aquí.

Y así caminamos…

Image Credit: Matthew T Rader, https://matthewtrader.com via Wikipedia Commons

Nuestra

Respuesta

La restauración de las relaciones sagradas es un hilo conductor importante de trabajo para nuestra supervivencia y Liberación. Como todos nosotros de la Isla Tortuga y Abya Yala, de alguna forma hemos visto interrumpida nuestra relación con la Tierra. El colonialismo de asentamiento interrumpe mediante desplazamientos, apropiaciones de tierras, internados, secuestros, esclavitud, genocidio cultural, contaminación y genocidio de Parientes más-que-humanos y otras formas de violencia. Debemos reconocer que estamos interrumpidos, pero no rotos ni desconectados. A través de nuestros recuerdos colectivos y quizás a través de la sangre, llevamos un vínculo intrínseco con la Tierra que vio nacer a nuestros Ancestros. Es esto lo que seguirá guiándonos.

Aquellos que están vivos hoy enfrentan un desafío adicional: ya no tenemos acceso al amplio catálogo de herramientas que tenían nuestros Ancestros antes de 1492. Junto con una pluralidad de crisis, nuestro tiempo es excepcionalmente desafiante. Por lo tanto, tenemos que seguir creando nuevas estrategias, métodos, prácticas e imaginaciones. Nuestra salud y la salud de las generaciones futuras, incluidos los Parientes más-que-humanos, depende de que dediquemos tiempo a restaurar nuestras relaciones con la Tierra en todas las escalas. Ya sea recordar y ejecutar una receta ancestral, salvaguardar semillas, aprender nuestros idiomas, iniciar un colectivo de tierras o simplemente sobrevivir, todo cuenta.

En este proyecto cubrimos un posible camino a seguir, el de la Papa Amarga Andina (los productos desecados son Chuñu y Moraya en Quechua y T’unta en Aymara). Dentro de la vida y la historia de la Papa Amarga se encuentra una historia de solidaridad y parentesco entre los Pueblos, la Tierra y los Parientes más-que-humanos. También es un hermoso ejemplo de supervivencia interdependiente. Mientras la Papa nutre a los Pueblos, ellas simultáneamente garantizan su propia supervivencia en la tierra. El trabajo de restaurar la Tierra y las relaciones más allá de las humanas por parte de los Pueblos-Tierra con la Tierra es a menudo referido como Conocimientos Ecológicos Tradicionales o Conocimientos Tradicionales por los académicos occidentales. La palabra tradición se refiere a un fenómeno o actividad que ha existido por mucho tiempo. Esto puede ser problemático ya que puede suponer que estas relaciones están bloqueadas en el tiempo en lugar de estar en constante evolución. Esta mentalidad también puede suponer que los Pueblos-Tierra ya no son relevantes para el desarrollo de nuestro mundo actual. Sin embargo, todavía estamos aquí y nos esforzamos por continuar nuestro viaje de Parentesco con este planeta. Los conocimientos ecológicos tradicionales pueden entenderse como epistemologías que se encarnan y cultivan en el parentesco a lo largo del tiempo, están vivos y evolucionan entre los parientes, en la práctica, en la relación y en la acción. Son conocimientos que realizan la experiencia de y entre los parientes.

El próximo capítulo de la Papa Amarga está siendo coescrito por los pueblos Quechua y Aymara y la propia Papa. Aquí, contamos solo una parte de esta historia continua, intrincada y sustentadora de vida.

LA PAPA

AMARGA:

VIDA & FUTUROS

Oración,

Danza, Y Tierra

En el Capac Inti Raymi (año nuevo andino, diciembre), los dueños de la chakra (parcela en quechua) se preparan para abrazar a la Pachamama (tiempo/espacio) y otros Parientes con la promesa de vida a través de ofrendas como hojas de coca, aqa (chicha, bebida fermentada de maíz), grasa de alpaca, flores y varios cultivos, incluidas las papas nativas. Un Abuelo sostiene con ambas manos la kintucha (tres hojas de coca de forma perfecta) susurrando deseos y soplándolas para pedir a los Apus (dioses de la montaña) cercanos una buena cosecha para este año y las generaciones venideras. A medida que las hojas pasan de mano en mano, todos envían sus oraciones a Pachamama, Ajomamma (diosa de las papas) y otras entidades. Luego, los hombres comienzan a separar la tierra presionando su peso en la Chakitaqlla (arado andino ancestral), mientras que las mujeres susurran oraciones de reverencia mientras caminan por el surco, nutriendo las semillas de papa para que vuelvan a la tierra.

Felipe Huaman Puma de Ayala, Public domain, via Wikimedia Commons

“Cultivo de papa y oca”. Esta es la chakitaqlla y las representaciones de un cronista con raíces andinas, Guamán Poma de Ayala (1615, imagen de dominio público de Wikimedia Commons)

Importancia

Cultural

Ha existido una relación milenaria entre los conocimientos ecológicos, las herramientas, la cultura y la conexión con la Tierra. Muchas historias de origen en la Isla Tortuga y Abya Yala se centran en nuestra conexión y unidad con la Tierra. Esta perspectiva cultural dio origen a conocimientos, herramientas y prácticas que profundizaron y cultivaron aún más nuestra conexión. Con el tiempo, se arraigó culturalmente que nuestra supervivencia, complejidad y crecimiento dependían directamente de las herramientas y los Conocimientos de la Tierra que desarrollamos. Esto ha dado origen a una multitud de prácticas y tecnologías ecológicas en una diversidad de geografías y propósitos utilizados hasta el día de hoy. Por ejemplo, cultivos como la papa, la coca y la quinua, consumidos principalmente por las comunidades andinas, ayudaron a construir sociedades, culturas y ciudades complejas como Tiwanuku, que era una ciudad alrededor del lago Titicaca. Las prácticas de liofilización de tubérculos, en particular las papas, han sido cruciales para un crecimiento progresivo de la población incluso en crisis climáticas y políticas durante al menos ~3,5 milenios.

Los Inkas*, que lideraron una de las mayores expansiones culturales y poblacionales del Tawantinsuyu en Abya Yala (que abarca desde el sur de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia hasta el centro de Chile y el norte de Argentina), contaban con una red especial de sistemas de almacenamiento llamada Qullqa (una construcción de forma rectangular que se utilizaba principalmente para almacenar chuñu y otros cultivos) que se conectaban a través de Qhapaq Ñam (sistema de caminos andinos). Esta red de caminos permitió a los runas del Tawantinsuyu (habitantes del Tawantinsuyu) recolectar de manera eficiente cultivos vitales que eran altamente nutritivos debido a la inteligencia de las tecnologías ecológicas y distribuirlos a la población en tiempos de escasez. Otro resultado de las tecnologías ecológicas fue que el peso del chuñu era mucho menor que el de una papa, lo que también facilitó la distribución, por parte de camélidos sudamericanos como las alpacas y las llamas, de alimentos en tiempos de emergencia. Podemos imaginar cómo este tipo de tecnologías y pensamiento ecológicos serían beneficiosos en el contexto de la desregulación planetaria. Tenemos la oportunidad tanto de aplicar directamente este tipo de tecnologías, como de expandirlas para que se ajusten a las necesidades actuales.

Hay una idea más a considerar; la cultura, los conocimientos, las tecnologías e incluso la evolución dependen de la memoria colectiva. Las plantas y los cultivos que han coevolucionado con los pueblos de Abya Yala y de la Isla Tortuga llevan todos los recuerdos de la Tierra y, a su vez, sus historias. Tenemos el deber de cuidar de continuar esta relación de larga data y no olvidar nuestros orígenes. Venimos de la Tierra, somos la Tierra. Continuar con estas prácticas significa que también llevamos los recuerdos para que puedan transmitirse a las generaciones venideras.

Nos han quitado mucho, incluidas grandes franjas de nuestras culturas, sin embargo, si recordamos la arquitectura de nuestras prácticas y conocimientos, podemos evolucionarlos para crear resistencia a la violencia que experimentamos y para nuestra liberación.

El don de la observación

Hay muchos de nosotros que hemos podido aferrarnos a los Conocimientos Ancestrales, pero muchos más nos hemos quedado sin nada debido al desplazamiento, los secuestros, la esclavitud y varias otras violencias coloniales de asentamiento que aún persisten durante más de 500 años. Lamentablemente, debido a los efectos continuos del colonialismo, la desregulación planetaria y las economías extractivas, seguimos perdiendo Conocimientos Ancestrales. Sin embargo, no pueden arrebatarnos nuestras tradiciones de observación, curiosidad y Parentesco. Es en esta tradición cognitiva donde podemos encontrar sanación, caminos hacia la rematriación y restaurar los vastos recuerdos que guarda la Tierra.

La habilidad de observación comienza con pasar tiempo con la Tierra, escuchando sus necesidades, cambios y recuerdos, documentando sistémicamente lo que vemos y perfeccionando esta habilidad aún más. Si bien existen múltiples visiones del mundo indígenas en Abya Yala y la Isla Tortuga, hay un hilo conductor común dentro de nuestros métodos de observación. Vemos el mundo de una manera alocéntrica. Observamos el mundo que nos rodea a través de sus interconexiones y relacionalidades. Esta habilidad es evidente en cómo la cultura quechua usa la Chakana (el puente hacia arriba) para crear conocimientos ecológicos, guiando con éxito sus producciones alimentarias en diversos climas y entornos.

Podemos continuar con esta tradición de observación alocéntrica y utilizarla para entender cómo sanar y apoyar a la Tierra a través de las diversas violencias que estamos presenciando. Incluso podemos utilizar la observación para hacer evolucionar nuestro papel dentro del ecosistema, profundizando nuestro Parentesco con la Tierra, entre nosotros y con los Parientes más-que-humanos.

JUNTOS APRENDEMOS,

JUNTOS AVANZAMOS

En Parentesco con las Papas (Amargas)

La relación simbiótica mutua que nuestros antepasados ​​crearon con las especies de papa (lo que la ciencia occidental conoce como “domesticación”) contribuyó a su genética, química, formas, sabores e interacciones con otros seres dentro de sus ecosistemas. A cambio, la papa moldeó radicalmente nuestra nutrición, desarrollo mental y físico a través de nuestra biota intestinal, cultura y cosmovisión. Estas interacciones fueron tan profundas y duraderas que nuestros antepasados ​​también encontraron una manera de usar la compleja geografía montañosa y otras condiciones climáticas adversas para deshacerse del amargor de las papas liofilizándolas tradicionalmente.

Nuestros hermanos de Pueblos-Tierra exponen los tubérculos a un proceso de congelación y descongelación durante 2 a 3 días en los días más fríos del año en junio. Luego, como parte de los rituales de desecación, los colocan en el piso y los pisan, empujando el agua del tubérculo y pelándolos. Si el proceso se detiene allí, el producto se llama Chuñu o T’unta (en quechua o aymara). Si los Chuñus se envuelven en un saco o bolsa y se llevan a un arroyo durante unos 20 días, entonces el producto es Moraya (para ambos idiomas).

Estos productos alimenticios se pueden almacenar en casas o Qullqas durante décadas en caso de que otros cultivos fallen. Desde los tiempos del pueblo Chimú (850 - 1470 d. C.), los pueblos andinos han utilizado eficazmente esta estrategia para superar los períodos de sequía. Incluso la caída de la cultura Moche (100-750 d. C.) está vinculada a crisis climáticas como inundaciones y sequías extremas por un evento de El Niño, que les impidió tener acceso a otros cultivos. Esto demuestra que para que la vida se sostenga, es necesario contar con diversos sistemas alimentarios, ya que depender de un cultivo o variedad podría ser catastrófico.

Tenemos las herramientas y sabemos qué hacer. Nuestros conocimientos están en constante evolución y se ven moldeados por los diferentes eventos y cambios que estamos experimentando. La capacidad de adaptarse al cambio es fundamental para todos los seres vivos; de hecho, incluso a nivel individual, hemos desarrollado respuestas fisiológicas especializadas en detectar cambios en nuestro entorno para generar las respuestas adaptativas adecuadas. Sin embargo, tenemos que tener en cuenta tres cosas. La primera es que los cambios y los acontecimientos que estamos experimentando, como la contaminación de nuestro aire, agua y suelo, están sucediendo a un ritmo exponencial y en lugares simultáneos, lo que pone en mayor riesgo a las poblaciones vulnerables, como las personas Pueblos-Tierra. La segunda es que estos cambios, impulsados ​​por la violencia de las economías extractivas y los gobiernos anti-vida, también están contribuyendo directamente a la desregulación de los sistemas planetarios, lo que está provocando un ecocidio masivo. La tercera consideración es que nos enfrentamos a estos cambios extremos al mismo tiempo que enfrentamos el desplazamiento, la discriminación y una salud pobre. Este es un tipo de pérdida para la que quizás no tengamos todas las herramientas. Y, sin embargo, la Papa Amarga nos recuerda nuestra capacidad de adaptación profunda. Esto no quiere decir que tengamos poderes “especiales o mágicos”, como muchos en Occidente nos estereotipan, sino que se debe a nuestra capacidad de relacionarnos con la Tierra y nuestros puntos de vista alocéntricos.

Contemplaciones

  1. Si no podemos regresar a nuestras Tierras, ¿cómo podemos relacionarnos con nuevas Tierras de manera honesta y profunda?

  2. Si vamos a ser desplazados constantemente, ¿cómo aprendemos a formar Parentesco y a enraizarnos con nuevos seres en nuevos entornos en una escala de tiempo igual para desarrollar conocimientos ecológicos adecuados para esta pérdida?

  3. ¿Cómo aprendemos a crear más solidaridad con otros que comparten nuestras experiencias, para que podamos co-crear nuevos conocimientos ecológicos para una rápida adaptación? 

  4. ¿Cómo co-creamos caminos para la liberación de la Tierra, para que podamos abolir el desplazamiento para las generaciones futuras?

  5. ¿Cómo perfeccionamos nuestras habilidades de observación y escucha para presentar Conocimientos Ancestrales como la liofilización de papas, de modo que nos permita adaptarnos a nuestra circunstancia actual, como una forma de resistencia y liberación?

  6. ¿Cómo creamos nuevos caminos mentales y espirituales para lamentar la pérdida, de modo que podamos estar presentes ante parientes no humanos con una mente tranquila y clara? No seremos útiles ni amables si estamos en un estado constante de angustia. Este es quizás nuestro mayor desafío.

Evolución actual de los Conocimientos Ancestrales sobre la Tierra

En la actualidad, las papas amargas representan el 70% de la ingesta calórica de los pueblos andinos del Altiplano durante los meses de agosto a marzo, cuando otros cultivos están menos disponibles a esas altitudes (arriba de los 3500 msnm). A pesar de una reducción en la variedad, siguen recibiendo una gran cantidad de nutrientes y diversidad de biomas, lo que contribuye al sustento y la salud general de los pueblos quechua y aymara. Además, el alcance de Chuñu y Moraya es vasto fuera del Altiplano, ya que se utilizan ampliamente como espesantes en otras regiones, lo que contribuye a la nutrición de los descendientes quechua y aymara y otros pueblos fuera de su territorio nativo. Un gran ejemplo de la gran importancia de la Papa Amarga.

El conocimiento y la conexión en torno a Chuñu y Moraya todavía se practican hoy en día con losPueblos-Tierraen el Altiplano peruano, boliviano y argentino, donde la gente continúa cuidando y cultivando Papas Amargas y viceversa. Este conocimiento y cuidado se ha transmitido mediante la realización de estos rituales de cultivo e involucrando a todos en la comunidad. El compromiso sin precedentes de los pueblos quechua y aymara de vivir en una relación simbiótica con la papa amarga ha sido una estrategia histórica para garantizar la soberanía alimentaria y resistir los cambios climáticos y políticos. La simbiosis mutualista renace deliberadamente todos los días a través de rituales diarios y actos comunitarios de cuidado del chakra, cosecha y prácticas de alimentación comunitaria.

CONTEMPLATION

1. La papa amarga ha necesitado tiempo evolutivo para co-emerger junto con los pueblos de los Andes, es parte de su historia de creación. Sin embargo, parecería que ya no tenemos este tipo de lapso de tiempo.

  • ¿Cómo percibimos el tiempo de manera diferente y qué herramientas pueden ayudarnos a lograrlo, para que podamos crear otras relaciones simbióticas mutualistas que darán origen a nuevas historias de creación?

  • ¿Cómo archivamos los Conocimientos de la Papa Amarga a medida que atravesamos las pérdidas y las crisis, para que podamos seguir transmitiendo los Conocimientos Ancestrales a nuestras futuras generaciones?

2. Podemos crear nuevos rituales de cultivo que incorporen nuestro duelo colectivo? 

3. ¿Cuál es el valor de colaborar con los métodos científicos occidentales para preservar y desarrollar los Conocimientos y Tecnologías generados por la Papa Amarga en simbiosis con los Pueblos Andinos?

Una cosmovisión andina

Aquí, ofrecemos a todos nuestros Pueblos Originarios y Pueblos-Tierra en todo el mundo una visión de nuestra cosmovisión. Esto también es un recordatorio para nosotros mismos de que nuestras raíces son profundas y se han nutrido de Conocimientos, Sabidurías, filosofías y epistemologías milenarias. Mientras lamentamos la increíble pérdida de nuestras Tierras, cultura y Pueblos, podemos recurrir a nuestra cosmovisión para que nos guíe, nos consuele e incluso nos dé la arquitectura mental para mitigar la pérdida que estamos presenciando. Los pueblos quechua y aymara han utilizado la Chakana como nuestro símbolo de interconexión de las Personas, los Parientes más-que-humanos y el Cosmos (el Universo y su orden). Además, el detalle y la complejidad de la Chakana nos muestran que todo lo que se creó y se sigue creando utilizando esta visión del mundo no es accidental o “mágico”, como a menudo se descarta, sino que es profundamente intencional.

Esta visión del mundo también respalda la idea de un punto de vista alocéntrico, que es esencial para esta era. No podemos descartar estos métodos y prácticas Ancestrales como parte de una era diferente, debemos aprender a perfeccionarlos y hacerlos relevantes para nuestras circunstancias actuales.

Para los pueblos quechuas, seguimos la cosmovisión de la Chakana y sus conocimientos incorporados, que es la relacionalidad de todo, la fusión cultural de nuestro Parentesco más sagrado con los Parientes más-que-humanos, el calendario y los símbolos.

Nuestros Pueblos desarrollaron principios laborales que se basaban en la reciprocidad para garantizar que todos los Pueblos dentro de cada comunidad vivieran con dignidad y equidad, todos ellos practicados todavía hoy. Son los siguientes:

Ayni, el trabajo que realiza la comunidad es principalmente para mejorar la infraestructura de las comunidades, incluyendo ayudar a los más vulnerables, como huérfanos y Abuelos.

Minka, el trabajo recíproco que las familias ayudan a construir o mejorar la casa o el terreno de otra familia.

Mita, el trabajo que se debe realizar para mejorar las infraestructuras del Estado.

Calendario agrícola que sigue las mejores condiciones de cultivo según las condiciones ambientales locales.

Inti Raymi (21 de junio), principal fiesta andina en honor a Inti (el dios Sol) en el solsticio de invierno, ya que los días siguientes tendrán más horas de luz. Fue interrumpida y prohibida después de 1492, pero se celebra nuevamente desde 1944 hasta la actualidad.

Pachamama Raymi (1 de agosto), el culto a la Pachamama en el que se marca el ganado y se cava un hoyo con ofrendas, devolviendo lo que la Pachamama nos dio: maíz, hojas de coca, frutas y alimentos especialmente preparados para ella. Todos bailan y cantan hasta la mañana siguiente.

Auti Willka Chika (21 de septiembre), que marca el equinoccio de primavera cuando florecen las flores y es el momento de sembrar los cultivos, se celebra para pedir una buena cosecha.

Anata (Lunes de Carnaval en febrero), se celebra para bendecir la producción de cultivos y en particular está vinculado a la producción de papa. Entre las ofrendas, que incluyen Ch’alla, que celebra la primera cosecha, se incluyen flores y aqa.


Hallu Willka Chika (23 de marzo), la fiesta de la cosecha, marca el equinoccio de otoño. Las celebraciones incluyen el final de la cosecha y la conservación de las semillas para la próxima temporada de siembra.

REFLEXIONES

  1. ¿Cómo mantenemos estos principios laborales con nosotros, independientemente de dónde nos veamos obligados a estar? 

  2. ¿Hay espacio para desarrollarlos más para abordar la profunda pérdida y la desigualdad que enfrentamos actualmente?

  3. ¿Cómo creamos mecanismos sistémicos para enseñar estos principios a las generaciones más jóvenes, para que no se pierdan? 

  4. ¿Podemos crear principios y métodos de archivo que sean coherentes con nuestras filosofías para las próximas generaciones?

Somos hijos de Pachamama y Ajommama

Nuestros Ancestros ​​y nosotros, en Parentesco con la naturaleza y en particular con las papas, hemos estado cultivando miles de variedades de papas durante milenios. Hemos estado ideando diferentes formas de procesarlos para que duren más, como el Chuñu, o para darles propiedades curativas, como el Tocosh. Los hemos estado comiendo como un alimento básico y, de varias maneras innovadoras, nos han proporcionado sustento, nutrición e incluso apoyo inmunológico. Hemos estado manteniendo nuestras formas de vida y Parentesco con la Naturaleza, al tiempo que resistimos las presiones globales, los climas a veces duros e incluso el colonialismo de los colonos. Mientras sigamos afincados en la Tierra, ya sea directamente dentro de nuestros territorios o espiritualmente si estamos desplazados, seguiremos construyendo caminos de justicia, liberación, dignidad y sanación. Sin embargo, nuestra capacidad de resistir la violencia no la aprueba ni significa que la aceptemos como una parte inevitable de la vida. Todos merecemos vivir una vida sin violencia ni daño en lugar de aprender a resistirlos.

REFLEXIONES

  1. ¿Qué necesita la Papa Amarga para sobrevivir a la desregulación planetaria?

  2. ¿Podría ser un cultivo que continúe alimentando y sustentando a los pueblos quechua y aymara mientras las ecologías de nuestras tierras continúan cambiando y degradándose?

  3. ¿Cómo podemos proteger mejor nuestras variedades actuales de Papa de las sequías y heladas cada vez más frecuentes y extremas?

  4. ¿Pueden nuestras hermanas y hermanos investigadores (andinos y aymaras) ayudarnos a conservar las variedades actuales de Papa Amarga e innovar para los desafíos futuros integrando la ciencia occidental a nuestras epistemologías?

Seguimos los

Principios

Allin Kawsay

Este es nuestro modelo de desarrollo para una mejor calidad de vida basada en la solidaridad y la reciprocidad con todos los Parientes, respetando a la Pachamama. Seguimos el Allin Kawsay (“Buen Vivir”), que se basa en vivir física y espiritualmente bien y en armonía con la Pachamama, otros Parientes y uno mismo. Aquí nuevamente es importante notar que nuestros principios no son una casualidad, han requerido mucho tiempo y espacio para formarse. Cualquier producto cognitivo, ya sean principios, métodos, teorías, etc., requiere una infraestructura mental como procesos, epistemologías y cultura, que también requieren tiempo y espacio para desarrollarse. Este tipo de visiones del mundo, debido a su minuciosidad y complejidad, no pueden ser desarrolladas por una persona singular o incluso en un momento determinado, requieren colaboración y tiempo evolutivo.

Por lo tanto, debemos considerar cómo nosotros, quienes vivimos ahora colectivamente, contribuimos a sus respectivas visiones del mundo. En parte, comienza con reconocerlas y traerlas de vuelta a nuestra vida diaria. Aquí, destacamos cómo los principios de Allin Kawsay se han utilizado para crear abundancia y diversidad a través de la agrobiodiversidad.

La agrobiodiversidad es la biodiversidad en los ecosistemas agrícolas, que produce alimentos, medicinas, ropa y muebles. También son los Conocimientos asociados con la ecología de los cultivos particulares, su diversidad, la comprensión de las condiciones climáticas y su aprovechamiento a su favor, el procesamiento complejo de los productos y el uso particular que sustentan las tradiciones culturales milenarias que llevan los Pueblos-Tierra en relación con su entorno.

Junto con los cultivos, los agricultores andinos también respetan y cuidan a los Ancestros de los cultivos (especies "silvestres") que crecen en los chakras (parcelas) al no arrancarlos como lo harían con otras plantas. Las especies consideradas "silvestres" en la ciencia occidental son en cambio criadas y cuidadas por Apus (Dios montañas) y otros seres en sallqas (tierras que no son cultivadas por personas, a diferencia de los chakras), lo que hace que la agricultura humana sea una extensión de los Apus que cuidan las especies. A cambio, las papas y otros cultivos y animales también nos cuidan. Por ejemplo, durante las festividades de la Mamacha Candelaria en Conima, Puno, las mujeres aymaras cosechan los primeros tubérculos de papa y los juntan con los que se conservaron del ritual anterior, mientras el curandero andino da voz a los tubérculos viejos y les dice a los tubérculos recién desenterrados: “Como hemos nutrido a esta gente, ahora es su turno de hacerlo”.

De manera similar, nuestros hermanos y hermanas kʼicheʼ (en la tierra colonizada de Guatemala) tienen una comovisión similar, como se lee en su Popol Vuh. Donde los dioses practicaban la milpa para producir maíz, frijoles, calabaza y chile. Los humanos aprendieron el sistema de la milpa de los dioses y hasta el día de hoy lo practican. Por lo tanto, en nuestras culturas, no seguimos los conceptos de dicotomía “silvestre” y “domesticado”, todos los Parientes más-que-humanos están interconectados, son bienvenidos y valiosos.

REFLEXIONES

  1. ¿Pueden los Conocimientos Ancestrales de la agrobiodiversidad evolucionar éticamente para ayudar a sanar la Tierra de la contaminación y otras degradaciones?

  2. ¿Podríamos desarrollar “comunas” dedicadas a la agrobiodiversidad que sigan principios locales y que también estén conectadas entre Isla Tortuga y Abya Yala? Esto podría reducir las vulnerabilidades que presentan la desregulación planetaria, la violencia colonial y las economías extractivas.

  3. ¿Cómo podemos presentar nuestra cosmovisión de todos los seres cuidándose unos a otros para inspirar a otros Parientes a practicar el respeto a todos los seres y entidades?

Una Visión Científica

La ciencia occidental ética nos brinda la oportunidad de observar cualidades adicionales de la Papa Amarga, el modo y el ritmo de su evolución en el tiempo y el espacio, lo que nos permite profundizar nuestra relación con esta planta. Las Papas Amargas son cultivos altamente resistentes al estrés abiótico y biótico que los pueblos andinos desarrollaron y aún cultivan hasta ahora. Son especies hermanas de la papa común mundialmente conocida y consumida: Solanum tuberosum. Las Papas Amargas crecen o se cultivan a 3500-4600 m.s.n.m. a lo largo de los Andes desde Venezuela hasta Argentina. Son resistentes a las heladas y la sequía, y de maduración temprana, lo que ha sido de interés para los programas de mejoramiento. En botánica, comprenden cinco especies dentro del género Solanum, S. ×juzepczukii, S. curtilobum, S. ×ajanhuiri, S. megistacrolobum y S. acaule, donde las dos últimas no se cultivan. Las Papas Amargas tienen niveles medios a altos de metabolitos secundarios, particularmente glicoalcaloides, en comparación con la papa común. Estos compuestos actúan como defensa contra los herbívoros, dándole a las plantas de papa su sabor amargo y volviéndolas tóxicas cuando se consumen en grandes cantidades.

Si bien los niveles de glicoalcaloides varían, siendo más altos en las flores que en los tubérculos, la estrecha relación entre los pueblos andinos y la planta de papa condujo al desarrollo de variedades con menor contenido de alcaloides en los tubérculos, lo que los hace adecuados para el consumo diario. Además, durante mi trabajo de campo a principios de 2024, conocí a varias familias quechuas que consumen papas amargas por sus propiedades curativas contra los cálculos biliares y la neumonía, por nombrar algunos. En la misma línea, los investigadores han encontrado que estos glicoalcaloides tienen efectos antiinflamatorios y antitumorales. Por lo tanto, podemos argumentar que las personas y las papas amargas están en simbiosis mutualista; las personas siguen cultivando variedades y especies con un contenido medio-alto de glicoalcaloides con fines curativos, por ejemplo, mientras que las papas amargas producen dichos glicoalcaloides para combatir a los herbívoros y asegurarse de que las personas las cuiden.

REFLEXIONES

  1. ¿Cómo podemos seguir utilizando la ciencia occidental junto con los Conocimientos Ancestrales para avanzar en nuestra relación con la Papa Amarga y otras tecnologías ecológicas?

  2. ¿Cómo podemos establecer límites claros para proteger nuestros Conocimientos Ancestrales de la explotación científica?

  3. A través de preguntas genómicas evolutivas, podemos identificar las regiones genómicas que confieren resistencia abiótica a la Papa Amarga. Luego, al explorar la Papa Amarga a niveles genómicos poblacionales, podemos identificar qué poblaciones tienen tales rasgos de resistencia. Comprender el parentesco evolutivo entre las poblaciones de Papa Amarga permitirá a los agricultores andinos desarrollar sus propios programas de mejoramiento en sus términos y Conocimientos. Estas preguntas se pueden aplicar a otros cultivos nativos relevantes que también se cultivan en ecologías complejas, donde la Tierra y los Parientes enfrentan desafíos.

Justicia

Epistémica

Históricamente, el estudio y la recolección de cultivos andinos, especialmente las papas nativas, fueron impulsados ​​por agendas de investigación extractivistas vinculadas a intereses coloniales. Estos esfuerzos priorizaron la recolección de "recursos" botánicos sin considerar los Conocimientos o necesidades locales. Sin embargo, en las últimas décadas se ha producido un cambio hacia enfoques más inclusivos, que incorporan diversas epistemologías locales que desafían las prácticas extractivistas. La investigación liderada por Indígenas, basada en cosmovisiones locales, ahora apunta a garantizar una distribución equitativa de los beneficios de la investigación. Cada vez más, los investigadores del Norte Global abogan por los sistemas de conocimiento Indígena como alternativas éticas y culturalmente conscientes para abordar las crisis globales. Estos sistemas enfatizan la interconexión entre los Pueblos, la Naturaleza y el Cosmos, promoviendo la sostenibilidad y el cuidado de todos los Parientes.

A través de este proyecto, pretendemos descolonizar los conocimientos dominantes actuales en torno a las Papas Amargas; que han tenido sus raíces en agendas extractivistas. Reconocer nuevamente el papel y la capacidad de acción que se han borrado en los Pueblos Andinos en el desarrollo de la conexión milenaria con la naturaleza y las papas, que dio como resultado el desarrollo de más de cuatro mil variedades de papas, conociendo su biología y las prácticas agrícolas adecuadas dadas las complejas geografías de las montañas.

Como parte de asegurar nuestro futuro, todos los aspectos de nuestros Conocimientos ecológicos deben ser administrados por quienes históricamente han conservado, cuidado y cultivado cultivos como la Papa Amarga. Nuestros Conocimientos deben permanecer locales en manos de los comuneros y comuneras, incluidos sus procesos de memoria. Esto, en esencia, es justicia epistémica, que es un concepto según el cual todo el conocimiento debe ser de libre acceso y considerarse igual en valor a otros conocimientos. Sin embargo, nos gustaría ir aún más allá: la justicia epistémica debe incluir la creación de infraestructura para que los Conocimientos Indígenas sean documentados, archivados y defendidos por nosotros y para nuestro desarrollo continuo. En segundo lugar, la justicia epistémica también debe ofrecer protección contra la explotación, donde nuestros Conocimientos nos son arrebatados y retenidos o utilizados para defender sistemas de supremacía. El acceso a nuestros Conocimientos es fundamental para nuestro futuro y nuestra liberación. ¿Cómo podemos crear nuestros mundos y visualizar realidades sin supremacía si solo utilizamos sus conocimientos? Incluso la forma en que nos referimos a nosotros mismos está en su idioma y arraigada en sus realidades, somos Indígenas como un reflejo directo del colonizador. ¿Cómo nos imaginamos a nosotros mismos utilizando nuestras propias palabras y Conocimientos?

Recomendación para la Justicia Epistémica

Si bien la mayoría de los estudios y proyectos sobre cultivos andinos se han centrado en la papa común debido a su gran impacto en el mercado global, los proyectos que ponen a la Papa Amarga y otros cultivos locales como la quinua, la oca, la mashwa y la mawka en la luz, reconocen el papel de estos cultivos en la cosmovisión andina.

El enfoque

El involucramiento con los agricultores de Papa Amarga en el Altiplano andino a través de entrevistas en quechua y aymara y una comprensión profunda del contexto cultural genera confianza, algo crucial para comprender las preocupaciones de las personas y el conocimiento compartido. Un compromiso a largo plazo, la humildad y la voluntad de aprender de las perspectivas de los agricultores ayudan a alinearse con las metodologías Pueblos-Tierra que priorizan la relacionalidad y el respeto. Este enfoque convierte la investigación liderada por la comunidad en un esfuerzo colaborativo, lo que hace que los resultados sean más beneficiosos para la comunidad.

Las Preguntas de Investigación

Abordar las preguntas relevantes para la comunidad sobre las Papas Amargas en relación con su diversidad, ecología, contenido de amargura y diversidad genética a lo largo del tiempo con epistemologías científicas y andinas puede beneficiar a la comunidad y su resistencia contra problemas urgentes como la pérdida de biodiversidad y la inseguridad alimentaria.

Lo que sigue es un extracto del artículo "Allasi Canales, N., Curry, HA. Unearthing Colonial Pasts and Indigenous Futures through Potato Collections, 2025. (en revisión)"

“El conocimiento generado a partir de nuestra investigación no solo debe ser publicado, sino que, si lo solicitan las comunidades, puede ser un punto de partida para mejorar el bienestar y volver a tejer con la tierra y las culturas, abriendo nuevas vías para la imaginación curativa. Por lo tanto, los datos generados serán propiedad intelectual de las comunidades para evitar la explotación del conocimiento y la diversidad genética. Las Papas Amargas pueden no haber sido un punto de enfoque principal en la ciencia occidental, especialmente en la investigación aplicada. Sin embargo, para las comunidades andinas, estas papas son más que un simple alimento: son esenciales para la supervivencia, lo que demuestra una profunda conexión y comprensión de nuestra tierra, cultura y resiliencia. Estas conexiones y conocimientos dan forma a la ciencia que perseguimos, asegurando que satisfaga las necesidades de quienes dependen de ella, al mismo tiempo que fortalece a nuestras comunidades y a las próximas generaciones. Al comprender las muestras históricas, que fueron recolectadas por primera vez para mejorar la papa británica en 1939, a través de métodos genómicos, químicos y ecológicos de última generación también se está recuperando el conocimiento asociado con ellas, que fue cuidadosamente cuidado por nuestros antepasados ​​​​en diferentes altitudes y condiciones ambientales adversas. Este compromiso con nuestros sistemas no debe abrir la puerta a la minería de conocimientos. El conocimiento indígena está vinculado a la autodeterminación, los derechos y las responsabilidades indígenas, incluido el respeto de todos los Parientes, no solo los humanos. La administración de las Papas Amargas por parte de nuestros antepasados ​​es un testimonio de estos principios, donde el cultivo y la preservación de este cultivo son actos de resistencia, resiliencia y reverencia por la interconexión de la vida.”

Imaginándonos

Más Allá del

Genocidio

Durante más de 500 años, solo hemos podido imaginarnos como sobrevivientes del genocidio o como personas que necesitan sobrevivir a un genocidio inminente. Hemos estado en un estado constante de dolor y trauma, lo que puede dificultar encontrar el espacio mental para imaginarnos más allá de nuestro momento actual o más allá de las garras del colonialismo de asentamiento. Afortunadamente, todavía tenemos acceso a los Conocimientos Ancestrales y a los Parientes más-que-humanos, que también poseen Conocimientos que pueden guiar nuestro futuro. Imaginemos nuestro comienzo, nuestra continuación, nuestra existencia más allá del genocidio.

Los antiguos agrosistemas andinos y los esfuerzos actuales de conservación e innovación serán los instrumentos para abordar los desafíos que enfrentamos. Nuestros antepasados ​​ya han descifrado los mejores momentos para plantar, cosechar, dejar descansar la tierra, todo ello respetando y amando a la Pachamama y a todos los Parientes que nos rodean, representados en nuestra sagrada chakana. Nuestros Abuelos también idearon sistemas para mejorar los medios de vida de todos basados ​​en la solidaridad comunitaria como Ayni, Mita y Minka.

Las personas adaptan constantemente sus prácticas y formas de relacionarse con el Suelo, la Tierra y el Ambiente a los riesgos actuales. Por lo tanto, al estudiar nuestros cultivos de importancia local (y por extensión la biodiversidad) a través de diferentes epistemologías, manteniendo el foco en las preguntas de investigación basadas en las necesidades de las comunidades, podemos comenzar nuestros procesos de sanación de las injusticias pasadas y los desafíos actuales. De la misma manera que nuestros Parientes quechuas han prosperado a través de las crisis climáticas pasadas, asegurando que los más vulnerables tengan acceso a los alimentos en tiempos de incertidumbre a través de Qullqa y Qhapaq Ñan.

Incluso cuando enfrentamos la destrucción del Suelo, podemos recurrir a los Conocimientos Ancestrales. Las Papas Amargas ya tienen un gran potencial para ser cruciales para las presiones ambientales actuales y futuras. Además, la biodiversidad actual a nivel de cultivar de Papas Amargas significa que nuestros sistemas alimentarios se mantienen diversos y, por lo tanto, protegidos contra el estrés biótico y abiótico que amenaza a los monocultivos.

Los sistemas agrícolas comunitarios que ya están en marcha pueden recordarse y replicarse en las aldeas andinas, donde la gente practica la agricultura de rotación en la chakra (manda) de su comunidad.

A pesar de la increíble resistencia que hemos co-creado con la Papa Amarga y otros cultivos, la actual desregulación planetaria podría afectar severamente a esas especies y a los ecosistemas andinos en general. Además, debido a las presiones socioeconómicas para migrar a las ciudades en busca de una mejor educación y medios de vida, los jóvenes participan cada vez menos en las prácticas agrícolas. Por lo tanto, debemos considerar cómo involucrar a las comunidades de descendientes de pueblos urbanos y andinos en los Conocimientos Ancestrales y abogar por la abolición de las Políticas de Derecho a Contaminar que otorgan a los contaminadores industriales pleno permiso legal para contaminar y extraer de nuestras Tierras.


Finalmente, debemos seguir creando vías de solidaridad con otros Pueblos-Tierra e indígenas de todo el mundo, para que juntos podamos abogar por la liberación de la Tierra, ya que no seremos libres hasta que la Tierra sea libre.

SEMBRANDO

NUESTRO FUTURO:

HISTORIAS

DE LOS ANDES

“La papa L’uki siempre lleva su semilla (incluso cuando hay helada). Mal o bien, recupera y la papa da semilla. Nos defendemos con eso. Porque no hay más aquí. ¿A qué nos vamos a dedicar aquí? No produce mucho. La Llama y Chuñu. El lugar donde estamos es un lugar frío, especial es el fríito.”

- Don David

David Sánchez Choque

Enfoque de trabajo: cultivo de papa y pastoreo de alpacas en Huari, Bolivia

Lo que aprendí de Santosa:

sobre las prácticas agrícolas locales, donde aprendí sobre las variedades locales importantes de los pueblos y que muchos de ellos usan wanu (estiércol de alpaca/oveja/vaca) como fertilizante.

Santosa Mamani Huarcaya

Enfoque de trabajo: conocimientos agrícolas, botánicos y culturales en Ocuri, Bolivia

Lo que aprendí de Vitalia:

que las patatas amargas son importantes para las personas que las cultivan porque les da sustento, identidad cultural y orgullo. Usan Patatas Amargas como medicina y para rituales. Para muchos, las patatas amargas son un alimento básico y las comen todos los días dos veces al día.

Vitalia Colque Jorge

Enfoque de trabajo: conocimientos agrícolas, botánicos y culturales en Pintata, Bolivia.

Lo que aprendí de Paula:

que la gente está muy preocupada por las sequías prolongadas (las patatas amargas son sólo de secano) y las heladas que pueden matar los tubérculos, afectando no sólo la cosecha del año sino que como los tubérculos son “semillas”, tiene un impacto para el cultivo futuro.

Paula Huamán Landa

Enfoque de trabajo: conocimientos agrícolas, botánicos y culturales en Accha Alta, Perú.

Lo que aprendí de Doña Vicentina:

que en su comunidad la gente selecciona las semillas de papa cada año inmediatamente después de la cosecha. Además, todas las semillas que tiene se seleccionan de esta manera y, dado que las patatas se propagan vegetativamente, las variedades de patatas que cultiva y come hoy pueden haber pertenecido a su familia durante generaciones.

Vicentina Poma Huamán

Enfoque de trabajo: conocimientos agrícolas, botánicos y culturales en Accha Japupampa, Perú.

Dr Nataly Allasi Canales

La Dra. Nataly Allasi Canales es Villum Fellow en la Universidad de Copenhague y el Real Jardín Botánico de Kew y aplica su cosmovisión y enfoques interdisciplinarios en la ciencia de las plantas. Su proyecto actual explora cuestiones relevantes para las comunidades andinas mediante el estudio del nicho ecológico, la diversidad genética y química de especies de papa con tubérculos poco comunes para identificar poblaciones resilientes y predecir sus condiciones de crecimiento dentro de los Andes frente a los agricultores afectados por el cambio climático. Tiene un Doctorado en Genómica Evolutiva de la Universidad de Copenhague, Museo de Historia Natural de Dinamarca y un Postgrado en Interculturalidad y Pueblos Indígenas Amazónicos de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya. Es autora de varios artículos de investigación y capítulos sobre la genómica de la quina, la biodiversidad y el uso de colecciones de museos en la investigación genómica, así como relatos públicos que incluyen “Las raíces de un científico” encargado por Wellcome Trust.

Supported by

Araceli Camargo - Co-Writer

Hannah Yu-Pearson - Editor

Joshua Artus - Designer

Previous
Previous

Bitter Potatoes

Next
Next

Envisioning a Healthier Urban Way of Living: Indigenous Sovereignty in Los Angeles and Beyond